Te podrás imaginar que ya los neandertales de Atapuerca necesitarían intérpretes para comunicarse con tribus vecinas. La traducción, obviamente, al ser una disciplina escrita, no surgió hasta que no apareció la escritura. De hecho, la Piedra Rosetta, de donde viene mi nombre comercial, es una traducción que permitió que se descifrasen los jeroglíficos egipcios en el siglo XIX.
Se podría decir que la Edad Media fue la primera edad de oro de la traducción: En España, se creó la Escuela de Traductores de Toledo, una institución en la que equipos multiculturales y multilingües de traductores traducían, primero al latín y luego al castellano, multitud de obras filosóficas y científicas originalmente escritas en árabe.
Pero hoy no quiero hablarte tanto de Historia, sino de la formación que tiene habitualmente un traductor o intérprete.
Los estudios universitarios de traducción e interpretación son relativamente recientes. Se inician en los años 30, en la Escuela de Traductores de Moscú. Posteriormente, y con la creciente demanda por la creación de organismos internacionales, se crean estudios en la Universidad de Ginebra y en la Sorbona de París.
En España, las primeras escuelas universitarias de traductores e intérpretes son las de la Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Granada. Hoy se ofrecen grados de Traducción e Interpretación en varias comunidades autónomas, tanto en instituciones privadas como públicas.
Lo primero que decide un alumno al matricularse en la carrera es su combinación lingüística, es decir, cuáles son sus lenguas de trabajo, que se clasifican en lengua A, lengua B y lengua C. La lengua A será la materna, en mi caso, español. La lengua B, una lengua no materna, aprendida, pero de la que tiene un dominio activo excelente. Es decir, puede trabajar hacia esa lengua. En mi caso el inglés. Por último, la lengua C es también una lengua aprendida pero pasiva, lo que quiere decir que se trabaja desde esa lengua, pero nunca hacia ella. Yo puedo traducir del alemán, pero no al alemán, que es mi lengua C.
¿Y qué enseñanzas contiene la carrera de Traducción e Interpretación?
Asignaturas de lengua y cultura, obviamente, pero también cuestiones más teóricas como terminología y documentación, Derecho, Economía, herramientas informáticas y sobre todo mucha, muchísima práctica, porque a traducir se aprende traduciendo.
Y precisamente por eso, porque a traducir se aprende traduciendo, ni la traducción ni la interpretación son profesiones reguladas en España.
Esto quiere decir que las puede ejercer cualquiera. No existe un colegio oficial, aunque sí asociaciones profesionales. De todos modos, existiendo una formación específica, yo me decantaría por alguien titulado, ¿no? 🤔
¿Sabías que existía una carrera universitaria de Traducción e Interpretación?
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