El tiempo es la moneda de la vida. Piénsalo. Al final todo en la vida es una transacción en la que se intercambia tiempo. No tengo tiempoes como no tengo dinero.
Te voy a contar una historia para ilustrar esto que te estoy diciendo. Si no te interesan nada mis aventuras financieras de cuando tenía 20 años y has venido aquí a encontrar una solución rápida, navega por el índice que te dejo debajo.
Cuando tenía 20 o 21 años me fui de Erasmus a Berlín. No era la primera vez que vivía fuera de casa, pero sí de manera independiente. Por mi aprovechamiento académico me fui con una beca de Caja Madrid. Creo que me daban 500 euros al mes, ahora mismo no me acuerdo. El caso es que me daba para pagar el alquiler y me sobraba para vivir allí.
Total. Pasa el primer mes y lo acabo con cero euros en la cuenta. Segundo mes, cero euros. Así todos los meses. Lo que me flipaba es que siempre agotaba todo el dinero, pero a veces porque me compraba una bici y ochenta libros, otras porque me pillaba unas botas para la nieve y otras porque salía de cervezas con las amigas.
Nunca tenía dinero, pero siempre encontraba el dinero para lo que me parecía prioritario ese mes. ¿Entiendes lo que te quiero decir?
Y esto me recuerda a Eduardo —no el Eduardo de siempre, otro Eduardo. Eduardo un día se me quejaba amargamente porque llevaba años en el perpetuo inglés intermedio. Se sentía como si llevase 40 años caminando por el desierto del B1. Me lloraba porque Francisco de Financiero o Margarita de Recursos Humanos pilotaban mucho inglés y hacían videoconferencias como churros. Y él no. No tengo tiempo, Lola.
Y yo le dije a Eduardo —no el de siempre, otro Eduardo— lo mismo que te digo a ti ahora: el problema no es ni el dinero ni el tiempo, el problema son tus prioridades. Si tú lo que quieres es comprarte una bici y ochenta libros tienes dinero. Si tú lo que quieres es hacer videoconferencias en inglés like a boss, delegas esos tres informes, dejas de atender llamadas telefónicas de 1 hora, sales de la oficina a las 7 sí o sí, te levantas 30 minutos antes… Y tienes tiempo. Quizás tu rutina diaria es un laberinto sin salida y al final del día estás exhausto. El problema no es el tiempo que no rinde, el problema está en tus prioridades.
Por eso yo te propongo tres pasos muy sencillitos para que hagas tiempo y triunfes como la cocacola en tus negocios en inglés.
Paso sencillito número uno para triunfar como la cocacola con el inglés.
1️⃣ Haz un plan. Un sistema. Y comprométete por escrito
«Tendría que ponerme con el inglés, pero no tengo tiempo». Sí tienes tiempo, lo que no tienes es ganas. Estás desmotivado porque cada vez que te has puesto con el inglés has fracasado. Porque no tenías un plan claro.
Tener un plan es fácil: ¿cuándo, dónde y cómo vas a entrenar tu inglés?
Ejemplos ⬇
De lunes a viernes entre las 6:00 y las 6:15 antes de desayunar, voy a escribir un párrafo describiendo en inglés mis planes del día.
De lunes a viernes entre las 8:00 y las 8:30 voy a escuchar un podcast de finanzas en inglés mientras voy al trabajo.
Todos los días, en la cama antes de dormirme voy a leer en alto una página de una novela en inglés.
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? Ya tienes un plan.
Ahora tienes que adquirir un compromiso. A mis LingwaFitters (¿sabes lo que es LingwaFit?) les digo que me firmen un contrato por escrito. Oye, funciona de maravilla. Tasa de abandono: cero.
Paso sencillito número dos para triunfar como la cocacola con el inglés.
2️⃣ Actividades cortas, que puedas empezar y terminar antes de hacer pereza
Fíjate en que ninguno de los ejemplos que te he puesto antes suponen más de 30 minutos. A mí me molan las actividades de 15-30 minutos, pero si ves que no, 10 minutos, 5 minutos, 2 minutos. Lo suyo es que busques actividades modulables, que si un día quieres hacer 30 minutos puedas, pero que también puedas hacer un solo minuto.
Leer es modulable: Voy a leer en alto 2 minutos un artículo del Financial Times cuando llegue a la oficina antes de ponerme a trabajar. 2 minutos. Pim pán. Hecho. Next.
Paso sencillito número tres para triunfar como la cocacola con el inglés.
3️⃣ Hazlo más conveniente y fácil
Seamos realistas. Si te tienes que poner a buscar un ejercicio o una actividad cada vez, no lo vas a hacer. Te va a dar pereza. Vas a procrastinar. Elige con antelación qué vas a hacer.
Busca una lista de reproducción en YouTube de charlas interesantes. Suscríbete a un podcast y automatiza la descarga cada vez que salga episodio nuevo. Compra la novela en inglés YA para que esta noche la tengas en la mesilla y puedas ponerte a leer.
Y todos los pasos anteriores dependen de ti y solo de ti.
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